
Ciudad de Panamá, 20 de agosto de 2025 – El Deportivo Saprissa volvió a tropezar fuera de casa y esta vez lo hizo en el peor escenario posible: Panamá. Los morados cayeron 1-0 ante el Club Atlético Independiente (CAI) con un golazo de tiro libre de Ángel Caicedo al minuto 82, resultado que no solo los complica en la Copa Centroamericana Concacaf, sino que alimenta un fantasma que cada vez pesa más: la “paternidad” panameña sobre el fútbol costarricense.
Saprissa tuvo para liquidar el partido, pero falló. Gustavo Herrera y Jefferson Brenes desperdiciaron opciones claras, y cuando parecía que el empate estaba firmado, apareció Caicedo con un misil imposible para Esteban Alvarado. Así se escribió un capítulo histórico: por primera vez en 25 años, un club panameño derrota a Saprissa en un torneo internacional.

Para muchos aficionados, esta derrota es una vergüenza deportiva. El club más grande de Costa Rica, con títulos internacionales y una de las hinchadas más numerosas de la región, terminó de rodillas ante un rival que hasta hace poco veía desde lejos.
La palabra “paternidad” ya no es un chiste de redes sociales: se convirtió en una frase que golpea la autoestima del fútbol tico. Panamá celebra y Costa Rica se cuestiona.
Ahora el monstruo tendrá que jugarse la vida contra Motagua. Un empate podría no ser suficiente, y la presión es máxima. Pero más allá del pase a cuartos de final, la herida abierta esta noche en Panamá tardará en cicatrizar.