Nota por David Víquez Araya.
El Club Sport Herediano no pudo este miércoles ante el poderío mexicano del Pachuca, en el duelo de ida por los cuartos de Final de la Copa de Campeones de Concacaf.
El Estadio Nacional fue el escenario entre rojiamarillos y tuzos, y al finalizar la noche, la pizarra marcó un contundente 5 por 0 en favor de los aztecas.
Apenas corrían las primeras acciones del compromiso cuando al minuto 03′, la estrella del club tuzo, el venezolano Salomón Rondón tomó el balón en el borde del área y disparó con precisión a marco para colocar el primero de la noche ante el asombro de los poco más de 10 mil aficionados que se hicieron presentes en el reducto josefino.
A partir de ahí, el partido fue prácticamente un monólogo, los norteamericanos se adueñaron de la posesión y se pasearon a sus anchas por el rectángulo de juego; Herediano era invisible, una lágrima.
Fue tanto el control mexicano, que nuevamente al 23′, el venezolano Rondón remató cómodo en el corazón del área para poner el 2 por 0, un marcador corto para el descomunal dominio mexa.
Con este resultado nos fuimos al descanso; Pachuca no sudó y Herediano no apareció.
Parece que el regaño del estratega florense en el camerino surtió efecto en el Team, al menos en los primeros minutos de la segunda parte, donde Herediano fue al frente y logró rematar.
Pero la alegría duraría poco en el club tico; los mexicanos volvieron a tomar control del juego y al 55″, Alexei Domínguez, de tan solo 19 años, ingresó por la izquierda del área rojiamarilla para poner el tercero en la pizarra, marcador de escándalo.
Al 68″ llegó el 4 por 0 para los tuzos y el tercero en la cuenta personal del venezolano Rondón que de nuevo, desarmó la raquítica defensa tica para abombar las redes.
La noche no fue lo que se esperó el Team faltaba uno más, «no hay quinto malo», y apareció Alan Bautista al 90 + 1 para sellar tremenda paliza y el pitazo final llegó con el sinsabor del último equipo tico en la competencia regional, que ahora tendrá que ir a hacer más que un milagro a suelo mexicano; el aplauso es para la afición rojiamarilla que mo dejó de cantar y apoyar a pesar del vergonzoso resultado.